Dicen que ya en la Edad de Bronce los gallegos trataban de
domesticar a las bestias. Lo que ha sido durante siglos todo un rito, se ha
convertido en los últimos años en un auténtico espectáculo festivo.
El rito de la Rapa das Bestas consiste en marcar y
"rapar" las crines de los caballos. Todo ello tiene lugar en el
"curro" recinto donde se acorrala a las bestias. Estos se
"esconden" en las montañas del centro y norte de Galicia,
fundamentalmente. Allí, los más expertos ganaderos, los denominados agarradores
mantienen un forcejeo desmesurado en el que el primero acaba reduciendo al
caballo, logrando cortar sus crines y marcarlo.
El de Sabucedo, en el Ayuntamiento de La Estrada, es el
curro más famoso de Galicia. Durante tres días se procede al marcado de los
caballos y las yeguas. Los animales se bajan del monte para marcarlos y luego
son soltados de nuevo. Cuentan que algunos años han sido 900 los caballos
marcado.
En 1997 se inauguró el nuevo "curro" y se marcaron
por primera vez algunos ejemplares con el hierro "Cabalo galego de
monte", a los que la Consellería de Agricultura de la Xunta de Galicia
realiza un seguimiento.
También destaca el curro que se halla en una de las laderas
del monte Galiñeiro (750 metros), zona de esparcimiento desde la que se divisa
todo el Val Miñor y en la que se conservan varios petroglifos. Precisamente las
marcas de los hierros con que se identifica a los caballos guardan semejanza
con aquellos dibujos hechos por los ancestros en las rocas. En este mismo
ayuntamiento tienen lugar también los curros de Galiñeiro y San Cipriano.
En torno a la Rapa das Bestas se organiza una auténtica
romería que lo convirte en una manifestación claramente festiva. Suele haber
rapa en el mes de junio. Pero en julio y en agosto se reparten por diferentes
aldeas y pueblos de Galicia. Todo un espectáculo para disfrutar de una de las
tradiciones gallegas más ancestrales.
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