El navio

jueves, 17 de enero de 2013

Oda a la cerveza



Espumosa y fresca esencia
de mis noches y mis días,
dulce y mágica presencia,
faro de clarividencia,
guinda de mis alegrías...
¿Quién te creó, dulce amiga?
¿Qué mente privilegiada
logró sacar de la espiga
el néctar que a mi vejiga
más le gusta, más le agrada?
En cada burbuja encierras
un tesoro de ambrosía,
y con cada trago entierras
todas las hachas de guerra
y se acaba una agonía.
Rubia, rojiza, morena,
parda, turbia, negra, suave,
fuerte, púdica u obscena
siempre acabas con mi pena,
siempre enderezas mi nave.
Trago a trago te festejo
como en un antiguo culto
de un dios pagano y añejo
que llega con su cortejo
de espuma y aire en tumulto.
Trago a trago te venero,
llenas todos mis conductos,
de tus fans soy el primero
y le canto al mundo entero
tus dones con mis eructos.

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